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La Guerra Civil y la posterior dictadura franquista se llevó por delante no sólo la oportunidad de que España se mantuviera en la línea de avance social que se dio en los países de su entorno si no que propició una de las más salvajes, largas y duras campañas de represión que se recuerdan. Comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos y, con todos ellos, los masones fueron perseguidos por especial saña por la «justicia» del dictador.
La inmensa mayoría han conseguido el reconocimiento social, incluso .la reposición de sus bienes incautados. Únicamente un grupo continúa siendo estigmatizado en esta España de los avances en todo tipo de libertades sociales y la recuperación de la memoria histórica, aunque sea a trozos y de mala manera, los masones.
¿Qué hicieron aquellos hombres (por aquel entonces la presencia de la mujer en masonería era más bien escasa por no decir nula) para que la sociedad no sea capaz de rendirles el tributo que se merecen? Parece que quienes concitaron en sus logias la convivencia de todos los sectores de la sociedad española capaces de pensar con libertad siguen siendo acreedores a la desmemoria y el descrédito a la que les sometió la férula inmisericorde del pequeño general parece que despechado por no haber podido ser admitido junto a sus pares en la s Logias militares que tanto abundaban en la España de principios del pasado siglo.
El desconocimiento ha llegado hasta el extremo de que hoy en día es posible pasar por calles y plazas de nuestras ciudades que nos recuerdan a aquellos hombres o a los símbolos que tanto amaban y amamos sin que la inmensa mayoría de los españoles sepan que aquellos señores eran además de importantes en sus respectivas profesiones «Hijos de la Viuda«. El desconocimiento llega, así mismo, hasta el extremo de que militantes de sindicatos de larga tradición y raigambre desconocen que muchos de quienes hicieron la historia de sus agrupaciones también formaron parte de la misma familia, ugetistas, socialistas, anarquistas formaron en las filas de la masonería española e internacional. La amnesia de la dictadura y el escaso interés por conocer la historia de nuestras organizaciones políticas o sindicales hacen que se siga cayendo en los lugares comunes repetidos hasta la saciedad por auténticos desinformados que, muy a pesar nuestro y de la propia historia, terminan por calar incluso entre personas a las que se les supone una mínima capacidad de análisis.
El Derecho Humano también ha tenido sus mártires y también ha solicitado la correspondiente reparación pública. Estamos esperando las oportunas publicaciones en ese extraño periódico que parece ser el único que quita y da razones en este país. En cualquier caso aquí siguen los nombres dealgunos de ellos:
Julia Armisén
Bartolomé Bohorques
Manuel de Brioude y Pardo
Federico Climent Terrer
Ernesto Conesa Avilés (V:.M:. de la Logia Aries)
Celine Guyard
Guadalupe Gutiérrez de Joseph
Mario Martínez de Arroyo
Agapito Millán Estefanía
José María Friera Jacoby
Luis García Lorenzana
Epifanio García Justo
Julio Garrido Ramos
Sofía Garro de Velasco
Ezequiel Gómez de Velasco
Emilio González Linera
Mateo Hernández Barroso (Presidente de la Federación Española del DH en el inicio de la Guerra Civil)
Esther Nicolau
Ramón Oca Sotis
Miguel Pérez Alcosta
Amborio Ristori de la Cuadra
Joaquín Sánchez Pujol
Pedro Roca Enrich (V:.M:. Logia conde de Saint Germain)
Antonio Sánchez Paredes
Saturnino Torra Pallá
Manuel Treviño Villa (Asesinado)
Joaquín Velasco Corrales
Luis Velázquez Valdivieso (V:.S:. Trian:. Fénix)
Omnia mutantur, nihil interit. Todo cambia, nada muere. Las palabras de Ovidio resumen perfectamente la voluntad de no olvidar por más q parezca q el río del tiempo se lo lleva todo.