Henri La Fontaine, fue un socialista belga, abogado de profesión. Iniciado el 3 de mayo de 1882 en el seno de la célebre logia de Bruselas del GOB, Les amis philanthropes, se afilió en la Orden masónica mixta internacional , Le Droit Humain, el Derecho Humano, en 1925. No es para sorprenderse que este militante feminista se uniera a nuestra Orden. En 1892 fue secretario de la liga belga del derecho de las mujeres. Se afilió en 1885 al Partido Obrero Belga. Fue elegido senador socialista en 1894. Jurista, fundó en 1889 la fundación internacional de arbitraje y de la paz, lejano antecesor de la Corte Internacional de Justicia de la Haya. De 1907 a 1943 fue Presidente del Bureau Internacional de la Paz, en Bâle primero y luego en Ginebra. Es esta acción la que corona el premio Nóbel de la Paz que se le concedió en 1913.
Nadine Lubelski-Bernard da cuenta de la lucidez de Henri La Fontaine en su artículo “ El partisano de la Paz”:
“Siempre intentó hacer comprender que el ideal de los partidarios de la paz era mal comprendido, pues no sueñan, como pretenden los que de ellos se mofan, con el establecimiento inmediato de una paz perpetua. Más bien al contrario, la paz era una noción en constante evolución, la adaptación de los regímenes y de las instituciones a las necesidades del momento. Tenía la obligación de aportar a los conflictos que surgieran del juego normal de fuerzas, soluciones de equidad, igualmente ventajosas para todos y adaptadas a las legítimas aspiraciones de los pueblos. »
En esta página salen los trapos sucios de los masones.
Excelente Hemeroteca para conocerlos mejor.
No lo que explican ellos, sino la Verdad de su historia más desconocida…
Masonería Satánica
http://masoneriasatanica.blogspot.com/
Si, ya veo, parece muy interesante, Sr. Satán.
Así, a vuela pluma, por encima parece que es una página con los tópicos de siempre, los señores pseudo-historiadores de siempre, Ricardo de la Cierva, Vidal… Jack The Riper…. falta Taxil, Fara, Comín Colomer…ideas integristas, enemigos de la Razón, etc.
¡Ah! También tiene a Rojas… claro, su gran coartada.. pobre hombre, aunque creo que más que de satánico va de luciferico. Parece que con la verguenza perdió también la humildad.