Edgar Nahum nace en París el 8 de julio de 1921 en el seno de una familia de origen judío sefaradí. Inició sus estudios universitarios en «La Sorbonne» matriculándose simultaneamente en la Facultad de Letras, en la de Derecho y en la de Ciencias Políticas. En 1942 obtendrá su lincenciatura en Historia, Geografía y Derecho. Cuando Francia es invadida por el ejército alemán en 1940, huye hacia Toulouse en donde presta servicios asistenciales como secretario de la Asociación de Estudiantes Refugiados.
A partir de los 15 años comienza a militar en acciones solidarias para con los Anarquistas Catalanes. Luego se unirá a los Estudiantes Frontistas cuya corriente filosófica y política preconizaba el Socialismo Nacional y el rechazo a la guerra. En 1941 decide unirse al Partido Comunista Francés. Se va comprometiendo cada vez más en actividades «subversivas» en contra de la ocupación alemana en su país. Acechado por la GESTAPO y viviendo en una doble clandestinidad: como judío y como comunista, decide cambiar su apellido Nahum por el de Morin.
En 1945 es incorporado al gobierno militar de la zona francesa de ocupación en el cargo de Teniente Coronel. En 1951 es expulsado del Partido Comunista Francés por denunciar los excesos del estanilismo soviético, sus diferencias en relación a Tito, la revolución china y el proceso Rajk. A pesar de ello y dado su profundo compromiso social continúa participando en los Comités de Intelectuales por la Paz, contra la remilitarización de Alemania, contra la guerra en Argelia y posteriormente también formando parte de comités contra la guerra en África del Norte
Su primer libro «El año cero de Alemania»lo escribe a los veinticinco años y en él habla sobre la Alemania destruída por la guerra. Desde entonces ha escrito (y continúa escribiendo) a razón de un libro por año; sin contar los innumerables artículos publicados en diferentes medios de circulación nacional e internacional. Su prolífica obra ha sido traducida a diversos idiomas. En su libro «El Hombre y la Muerte» va formando la base de lo que caracterizaría a Morin en su concepción de la Cultura Transdiciplinar.
Forma parte, preside y funda numerosos Centros de Investigación Multidisciplanarias, así como de revistas y periódicos de temáticas políticas y científico-técnicas. De sus investigaciones sobre «Sociología del Cine» surgirían sus libros «El cine o el Hombre Imaginario» (1956) y «Las estrellas: mito y seducción del Cine» (1957)
En 1961 viaja a Bolivia, Mexico y Perú formando parte en cursos de la Facultad Latinoamericana en Ciencias Sociales. En 1968 se involucra con las revueltas estudiantiles que empiezan a emerger en Francia. Viaja a Río de Janeiro para tomar cursos en la Universidad Cándido Mendes y allí es testigo de las revueltas estudiantiles de San Pablo, Salvador y Fortaleza. De esta época datan una serie de artículos en Le Monde denominados «Una Revolución sin Rostro»
Más adelante comienza a reflexionar acerca de la relación entre la biología y la sociología y las posibles consecuencias que podría tener la revolución biológica (ADN) sobre las Ciencias Humanas y Sociales, incorporando en su pensamiento las dimensiones cibernéticas y ecológicas, así como la antropología biológica, biología molecular, genética, etología, termodinámica, etc. En el libro «La Unidad del Hombre. El Primate y el Hombre», coordinado por Morin y Piattelli- Palmarini trata de situar al ser humano como Fenómeno Total. Y de su intento de concebir una antropología general surge el libro «El Paradigma Perdido» en 1973.
Codirige el Centre d’Etudes Transdisciplinaires (Sociologie, Anthropologie, Historie) (CETSAH) de la École des Hautes Études Sociales, cargo que ejercerá hasta 1989 y en el que comienza el proyecto de “El Método” , su obra más importante. Fue invitado por el Ministerio de Educación de Francia para presentar propuestas y sugerencias para la reforma educativa del país entre 1997-1998.
En 1999 funda la Cátedra Itinerante Edgar Morin para la enseñanza del Pensamiento Complejo auspiciada por la UNESCO. En 2001 es presidente de la Agencia de la Cultura Europea y la República de Francia. Desde el 2002 es Director emérito del Centre National de la Recherche Scientifique en el cual participa activamente. Por su producción literaria y su compromiso social ha recibido gran cantidad de premios y condecoraciones
Su concepto de la Democracia Cognitiva sostiene que los conocimientos científicos deben difundirse entre los ciudadanos, pues la ciudadanía requiere de éstos para esclarecer sus decisiones ético-políticas y ejercer con plenitud sus derechos. La propuesta del Profesor Edgar Morin consiste en la concepción del Ser Humano como un Ser Complejo, como un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente unidos, que presentan la paradójica relación de lo uno y lo múltiple. Identificando al hombre con el hombre, mediante la comprensión humana y la ética e identificando a su vez, al hombre con su origen, con la naturaleza, como parte de una visión planetaria, un ciudadano universal, un habitante de la Tierra Patria.
Existen personas formidables. Qué increíble. Qué vida. Qué obra.