La masonería está llamada a cambiar el mundo.
La tarea no es superior a sus fuerzas con la condición de que se convierta en lo que debe ser (Oswald Wirth).
La Masonería fue inicialmente una fraternidad crística cuyos propósitos se confundían con el «orden moral» de las religiones cristianas;
después -en la segunda mitad del XVIII- deviene en mística al añadir sus connotaciones cofesionales a las de otros sistemas teístas.
Estos dos aspectos -crístico y posteriormente místico- han conformado una masonería cuasi-religiosa.
Así la Gran Logia Unida de Inglaterra, emitía un ultimátum el 4 de setiembre de 1929 a todas las potencias masónicas correspondientes sobre la obligatoriedad de la creencia en un Dios revelado, confirmado de nuevo en 1975: «la Franc-Masonería debe ser considerada como un apoyo de la Religión«
En el XIX, la Masonería -siguiendo la moda de la época por los misterios exóticos y taumatúrgicos- se libera de las doctrinas religiosas y deviene en esotérica; a finales del siglo XX -tras un período de anticlericalismo militante provocado por las calumnias, difamaciones y condenas vaticanas- la Masonería se convierte en laica delimitando sus ideales institucionales a la elevación moral de cada uno de sus miembros y al progreso de la humanidad a través de las aportaciones de sus logias a las cuestiones éticas.
En mi opinión, la Masonería liberal -y particularmente «Le Droit Humain«, sin que esto signifique una acepción exclusiva- debe ser considerada como «secular» en tanto que trata de evolucionar de manera armoniosa con las realidades sociológicas y culturales de su tiempo, en tanto que la tendencia conservadora y conformista de la Masonería histórica se declara «regular» -como el clero «regular» de las órdenes monásticas- y se consagra a la práctica de una regla normativa (los «landmarks») conservados bajo su barniz religioso de buena calidad…..
Se hace necesario precisar sin embargo que para «El Derecho Humano» «secularizar» no significa «desacralizar», puesto que la especifidad iniciática de sus logias es fielmente respetada del grado 1º al 33º, en todo el mundo. Por el contrario la transformación de la masonería arcaica llamada «regular» en masonería «secular», ha convertido parte de las logias religiosas o seudo-religiosas de la Masonería de antaño, en Logias laicas.
Texto perteneciente al libro «El Templo de Cristal» de Leon Nisand, ex-Gran Maestre adjunto de la Orden Masónica Mixta Le Droit Humain- El Derecho Humano.
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