En cada uno de los tres grados azules de la Masonería hay herramientas que les son de uso particular a cada uno. Unas herramientas estarán presentes en todas las cámaras que abre esta logia y que representan en si mismas a la Masonería. Estas herramientas las llamamos también Joyas Fijas pues no puede una logia trabajar sin estar ellas presentes, son la Escuadra y el Compás, posados sobre el libro de la ley, en el caso de El Derecho Humano su Constitución internacional.
De estas dos herramientas quiero fijarme en una, la escuadra. Compuesta de dos reglas que en vez de doblar, si esto se pudiera, la infinitud simboliza lo opuesto, lo fijo, lo inmutable. Es una esquina, una medida de rectitud, y que establece a una forma angular. En masonería operativa sirve para marcar esquinas y seleccionar qué sillares encajan como piezas de la construcción. También sirve para trazar planos y crear figuras geométricas con su compañero el compás, pero siempre desde lo fijo, lo inmutable.
En la Masonería expeculativa representa que la ley, lo establecido, ha de ser nuestro punto de apoyo para la construcción. También representa la igualdad, es la joya que lleva el VM, simboliza que ella o él han de priorizar la equidad, la misma medida entre todos los miembros del taller. Esta igualdad surge de administrar unas leyes que sean ecuánimes para todos. En nuestra Orden, la Constitución y los reglamentos son revisables cada cinco años permitiendo así que puedan desarrollarse y modificarse por la voluntad de los que se comprometen a cumplirla. Esta posibilidad de revisión y modificación no debilita ni corrompe su firmeza.
Quiero hablar de la escuadra en la Cantera, el mundo profano, estos días estamos viendo en España como se desprecia el Tribunal de los DDHH de Estrasburgo por parte de aquellos que defienden una ley injusta como es la «doctrina Parot». Esta fue redactada en el 2006 para modificar el código penal del 2003 e imponer a los presos que no puedan reducir sus condenas, la máxima es de 30 años. Esto implica que personas que deberían salir de la cárcel tras redimir la condena máxima de 30 años a 20 no puedan acogerse a la reducción. Curiosamente estas críticas vienen de sectores que priorizan la Constitución de 1978 como Carta Magna inmutable sin recordar que el artículo 9.3 impone que “La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos”. Es verdad que a todos nos gustaría que las penas fueran ejemplares para los asesinos, los violadores y todos aquellos que atentan contra la vida y la dignidad humana pero ante todo hay que respetar la ley establecida y no utilizar esta como herramienta de venganza. Una de la más importantes garantías ciudadanas contra la arbitrariedad del Estado y proporciona seguridad jurídica, es que no hay delito ni pena sin ley penal que previamente lo establezca pues se debe saber, o por lo menos ser público, qué actos son delitos y qué sanción corresponde. La escuadra hay que aplicarla sin mirar a quien se le aplica pero esta ha de tener una medida conocida y, si puede ser, consensuada.
Totalmente de acuerdo!!!
Muy justa y humana