Se puede tratar de tergiversar la historia, se puede intentar confundir a la opinión, se puede tratar de manipular la verdad pero al final los hechos, tozudos ellos, terminan por dejar a cada cual en su lugar y a algunos en una posición bastante desairada, dependen de hasta donde hayan tratado de tergiversar, engañar o manipular.
La historia de la masonería española presenta características peculiares fruto de la larga dictadura que vivió el país, y cuya consecuencia directa fue la desaparición de cualquier vestigio de la Orden de los hijos de la Viuda más allá de los documentos policiales recogidos en el «Archivo de Salamanca», junto a una fantasmagórica y burda representación de una «logia» (el entrecomillado indica que aquello no era más que una fantochada destinada a que el visitante saliese convencido de que había visto la «realidad», y que por tanto la propaganda acerca de la Orden era la «realidad», y que aquellos individuos encapuchados podrían perpetrar perfectamente todos los males que el régimen les achacaba).
Así vivió España durante 40 años, desconociendo una realidad que se mantuvo viva en el exilio francés, mexicano, argentino ….. y que en un momento dado, muerto el dictador por supuesto, retornó a España de cien maneras diferentes y de la mano de varios hermanos y hermanas, con diferente ánimo, con distintas miradas y diferentes perspectivas sobre el como volver a hacer crecer la planta de la que quedaba alguna semilla.
Si la masonería española se encontraba dividida antes de la Guerra Civil no se podría esperar menos de su retorno y así nos encontramos con que desaparecidas las obediencias tradicionales nuevas Grandes Logias y Grandes Orientes trataban de venir a cubrir el espacio vacío dejado por la dictadura.¿Vacío? No del todo.
En 1928 se constituía la Jurisdicción española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, Jurisdicción que seguía al establecimiento de las primeras logias a partir de 1921 y que trabajaría de forma ininterrumpida hasta el derrocamiento de la República legítimamente constituida y que volvería a hacerlo a partir del año 1981, formalmente puesto que en Irún y en el año 1978 trabajó durante un corto espacio de tiempo la logia «La Luz Vuelve» como expresión del deseo y la voluntad de Hermanos y Hermanas de Bayona de que le Droit Humain volviese a asentarse allá donde ya había estado. Es decir, la Federación española de la Orden Masónica Mixta Internacional no es una obediencia de nueva implantación tras la muerte de Franco sino que es la continuación natural de la Jurisdicción existente hasta 1939.
Ésta es la realidad de la historia más «moderna» de la masonería en España, podemos acogernos a antiguas y caducas patentes, podemos tratar de hacer que la historia comience en un día cualquiera posterior a 1975 pero la realidad inamovible es la que es, la Obediencia masónica más antigua de las que actualmente trabajan en España es El Derecho Humano.
No se ha necesitado recuperar ninguna vieja Carta Patente con la que proporcionar pátina alguna a un nuevo proyecto, simplemente se han reunido los trozos de los antiguos odres en los que se ha vertido el nuevo vino para poner nuevamente en marcha el mismo proyecto existente antes de la diáspora posterior a la Guerra Civil y al comienzo de la barbarie. Somos lo mismo aunque, obviamente y por desgracia en algún caso, no seamos los mismos.
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