Acabo de releer el trabajo de una Hermana que me ha traído a la cabeza las reflexiones que os traslado en las breves líneas que siguen.
Amigas, amigos y familiares de todo tipo y condición nos suelen preguntar, ocasionalmente, ¿qué hacéis allí? y la respuesta normalmente suele ser un poco el salirse por los cerros de úbeda, pues resulta difícil en ocasiones explicar, de una manera comprensible, cual es el sentido de nuestros trabajos más allá de decir que prácticamos un ritual y que tratamos de construir mediante el uso de la palabra. Quien pregunta suele quedarse «a uvas» y quien responde con la quemazón de no haber podido, o sabido, transmitir la realidad de lo que allí ocurre y que, por supuesto, no es secreto más que para no iniciados.
Creo que si decimos, sin embargo, que practicamos el Arte es posible que podamos hacer llegar a quien nos pregunta las sensaciones reales que experimentamos cuando estamos en Tenida. Practicamos, como bien decía la Hermana que provoca estas líneas, el Arte del Movimiento y, me permito añadir, el Arte de la Palabra, el Arte de la Empatía …… el arte en fín de la construcción, el Arte Real.
Creo que es así de fácil como se pueden explicar nuestros trabajos en logia, nada misterioso aunque, quizás, extraño a primera vista cuando se parte de estereotipos que nada tiene que ver con la realidad.
Cualquiera puede captar la esencia del concepto «Arte«, cualquiera dará por supuesto que el resultado será algo bello -relacionamos arte con belleza con mucha facilidad pues es lo que nuestra cultura nos ha ido inculcando con el paso del tiempo- y, así, estaremos llevando al ánimo de quien nos interpela la esencia de nuestro trabajo; abriendo una pequeña rendija para que pueda, quizás, entrever la realidad externa de lo que es nuestro trabajo.
Hablaba en el párrafo anterior de la realidad externa de nuestro trabajo, es así porque existe otra interna, otro «Arte», que practicamos cada cual de manera individual y en soledad, y que es más difícil de explicar porque son vivencias personales e intransferibles. Ese «arte» es nuestro secreto, no el de la masonería sino el de cada masón en particular y diferente al de otro cualquiera de los miembros de la venerable orden de los Hijos de la Viuda.
Eso que en ocasiones denominamos el «Arte Real» y que para algunos es la simple práctica externa de la masonería, la liturgia, y que para mí es la única y auténtica esencia de ella, el arte de construir nuestro templo a nuestra humanidad. Porque no debemos olvidar que por encima de todo está, exclusivamente, el Ser Humano; la humanidad como única razón de ser de nuestro trabajo, su progreso real que va más allá de lo exclusivamente material.
Gracias por esta bella plancha. Un TAF:. con amor fraternal
El arte es justamente el complementario de la filosofía, es lo material frente a lo inmaterial; en lo personal cuando hacen la pregunta de Qué haces allí? o por qué estás? Respondo que es un escuela de filosofía, muchas artesanías están adornadas con simbolismos propios de nuestra augusta institución pero en los escritos también se ven dichos elementos.
Saludos fraternales:.