Hipatía, Hypatia o Hipatya de Alejandría, por ser este su lugar de nacimiento entre el 355 o 370 y asesinada en marzo de 415 o 416 d.C. Hija del matemático, astrónomo y director del museo de la ciudad Theon fue una filósofa, matemática y astrónoma de la escuela neoplatónica griega. Su padre la introdujo en el mundo académico y dio una esmerada educación, en la que se incluía estancias en Roma y Atenas, donde estudió con Plutarco “el joven”. Su primer biógrafo, el historiador cristiano Sócrates Escolástico, diría de ella “la belleza, inteligencia y talento de esta gran mujer fueron legendarios, superó a su padre en todos los campos del saber, especialmente en la observación de los astros”.
Fue maestra tanto de cristianos como de paganos, entre sus alumnos había cristianos, como Sinesio de Cirene (luego obispo de Ptolemaida) y gracias al cual conocemos, por su correspondencia, los nombres de varios de sus alumnos: el hermano menor de Sinesio, su tío Alejandro, Herculiano, Olimpio, Isión, Hesiquio, gramático y gobernador de Libia Superior, y su hermano Eutropio, el sofista Atanasio, Gayo, el gramático Teodosio y el sacerdote Teotecno, además del futuro prefecto imperial de Egipto, Orestes.
El propio Sinesio manifiesta con elocuencia la devoción que Hipatia despertó en sus discípulos: en la carta 16 de su epistolario la saludaba como «madre, hermana y profesora, además de benefactora y todo cuanto sea honrado tanto de nombre como de hecho».
Hipatia trabajó, en ocasiones con su padre, en materias como el álgebra, la astronomía y la matemática. Propone soluciones alternativas a las ecuaciones indeterminadas de Diofanto y plantea nuevos problemas. Junto con su padre escribió un tratado sobre la geometría de Euclides y otro sobre el Almagesto de Ptolomeo. Inventa aparatos como el astrolabio, la esfera plana y el hidrómetro.
Todos sus escritos se han perdido, y si tenemos conocimientos de ellos son por las referencias que su discípulo Sinesio hace en sus cartas.
Hipatia murió a los 45 o 60 años (dependiendo de cuál sea su fecha correcta de nacimiento), linchada por monjes cristianos azuzados por el obispo Cirilo.
Sócrates Escolástico, el historiador más cercano a los hechos, afirma que la muerte de Hipatia fue causa de «no poco oprobio» para el patriarca y la iglesia de Alejandría, añadiendo: “Podemos, pues, estar convencidos de que la noble y cultísima mujer fue efectivamente la víctima más prominente del fanático obispo”. Fuentes posteriores, tanto paganas como cristianas, le achacan directamente el crimen al obispo Cirilo.
Su carácter singular de mujer entregada al pensamiento y la enseñanza, su fidelidad al paganismo en el momento de auge del catolicismo teodosiano como nueva religión del Estado romano, y su muerte a manos de cristianos le han conferido gran fama. La figura de Hipatia se ha convertido en un verdadero mito: desde la época de la Ilustración se la presenta como a una «mártir de la ciencia» y símbolo del fin del pensamiento clásico ante el avance del Cristianismo.
La muerte de Hipatia levantó un gran revuelo. Tras el cruel asesinato, Orestes informó de los hechos y pidió al emperador Teodosio que interviniera. Sin ningún resultado.
Ricardo.
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