Debo decir algo que puede parecer iconoclasta en estos tiempos en que el “Supermercado Espiritual” fascina con sus reclamos, pero La Astrología se basa en una ilusión, un  ilusorio recorrido del Sol a traves de los cielos, un ilusorio recorrido que es contemplado desde la posición y perspectiva del planeta Tierra, dese nuestra perspectiva, esto es el Sol “parece estar” a traves de las estaciones, y  en las constelaciones diferentes, en una representación imaginaria a nuestros ojos cuando realmente lo que sucede es que nosotros, los humanos, giramos con la Tierra, nuestra Madre, en torno al Sol.  Y por ello somos nosotros los codificadores de nuestras tensiones íntimas, de nuestras pasiones comunes,  en un drama ritualizado, de proyección cósmica. Una sistema que intenta explicar lo mas simple de la naturaleza  humana, y su diversidad, con una secuencia musical de tonalidades planetarias. La Astrologia es un intento codificador de ello. De alguna manera necesitamos “proyectar” el Peregrinage Humano hacia el Cielo estrellado.

¿Por qué? Eso es motivo de una larga reflexión.

Meditemos ahora en este sistema construido por nosotros mismos.

La Astrología,es sin duda un sistema grandioso, con siete centros, siete planetas arriba, siete metales abajo, doce signos zodiacales, y dos puertas de entrada, una arriba, otra abajo. El 21 de de diciembre, una vertical/diametro atraviesa este circulo cerrado del tiempo zodiacal. Desde arriba, descendiendo,  desde Cancer, domicilio de Júpiter, alcanza a Capricornio, en la Tierra evocante de Saturno.Pero ¿Quién es Saturno? Saturno es Cronos de la mitología griega. El Príncipe del Tiempo. El Primordial. De él se originaron el Caos y el Eter, el Infinito y el Finito.

Durante aquellos tiempos la Creación tomó forma y la Noche dia a luz al Destino.

Vinieron luego los Titanes Las Ninfas, Helios el Sol, Selene la Luna, etc… Pero Saturno devoraba a sus hijos a medida que el ciclo llegaba a él, cada año, recien nacidos. ¿Cómo romper estas cadenas? ¿Cómo establecer un puente al futuro?

Rea, la Madre Tierra, madre desconsolada y viuda…, pidió a los Curetes, una extraña hermandad de herreros, muy fiel a ella, que ocultaran a un recien nacido, de nombre Zeus, y de esta manera los sollozos del recien nacido fueron cubiertos y ocultados al ritmo ritual de los malletes, sobre sus fraguas, mientras nacía en Creta, un Solsticio de Invierno, en una cueva oculta, entre los bosques de acacias del Monte Ajeo. Zeus creció y destronó a Cronos y así los hombres penetraramos en el Tiempo al ritmo de malletes y en un solsticio de invierno. Pero su Madre Tierra nos dio algo mas, nos dio una promesa futura, de un futuro permanente.

Nos dio la promesa constante del Conocimiento Integral hecho cuerpo a traves de tiempos y solsticios. Y nos anunció la apertura constante, a traves de las edades, de la puerta del Solsticio de Invierno, a fin de que dioses renovados apareciesen en la historia humana, con nueva luz y conocimiento, al ritmo de los malletes, con una cadencia humana. Y nos invitó a que comprendiesen este simbolo, El Conocimiento Integral hecho cuerpo humano a traves de los ciclos Pero ¿Qué conocimiento es este? ¿De que Conocimiento hablamos? Continuará