Desde que el capitalismo industrial ha perdido su hegemonía frente al capitalismo especulativo, el modelo de estado y de sociedad ha sufrido un cambio drástico del que no acabamos de ser del todo conscientes. A este respecto nuestra Orden, por su profusa difusión en Europa, debe reflexionar y actuar en consonancia con el ideario que le dio sentido a finales del siglo XIX.
A partir de los años 80 se contempla un divorcio de la sociedad, conocida hasta el momento, con el estado que pasa a ser una marioneta de la especulación. El viejo esquema de un capitalismo que aúna las materias primas, el capital y la fuerza de trabajo para producir excedentes y plusvalía, ha sido engullido por un mercado depredador que compra y vende a la velocidad de los ordenadores.
Este triunfo de la ingeniería financiera es la fuente de una deuda que con el paso del tiempo se ha hecho impagable y que ha sido asumida por los estados para repercutir los errores de unos pocos, pornográficamente ricos, entre toda la población que, convenientemente domesticada, asume el castigo y el empobrecimiento generalizado como algo inevitable.
En este “DESORDEN” de cosas Europa se constituye como un mercado sin fronteras a mayor beneficio de los grupos financieros que deciden por encima de los gobiernos que la constituyen. El capital se filtra de la economía real a la especulativa. El abismo entre las cifras de la economía productiva y los mercados de divisas es de una magnitud nunca vista y produce, como efecto secundario, el achicamiento del estado frente a los intereses de los mercados.
Cada día asistimos a operaciones para que el sistema se auto-mantenga y así el Banco Central Europeo se lanza a un programa de compra de deuda pública para garantizar el futuro del euro y reducir la fragmentación financiera en la Eurozona o cualquier otra estrategia que alargue la vida a un sistema que agoniza, herido de muerte por la propia codicia de quienes lo gestionan.
¿De qué puede hablar El Derecho Humano cuando comparezca en un foro europeo?. ¿De la pervivencia de la social democracia, de los valores republicanos, de la sociedad del bienestar,?….. El estado de la sociedad europea ha alcanzado tal nivel de degradación que, desde una postura de ética masónica, solo es posible denunciar que “EL REY ESTÁ DESNUDO”, que el sistema, tal como está ahora, no se puede perpetuar y que de nada sirven cataplasmas de mostaza para curar el cáncer profundo que adolece a Europa. La codicia humana ha alcanzado su zenit y como muestra podemos citar los 30.000 cabilderos (lobbistas) que hay en Bruselas frente a los 31 funcionarios del ejecutivo comunitario. De este frenesí de influencias no se salvan ni las confesiones religiosas que también arriman el ascua a su sardina en un juego que pone en entredicho el propio modelo de representatividad política.
Si algo hay que decir en Bruselas es que la ética debe estar sobre los mercados y que se debe reconstruir la democracia europea sobre la base del humanismo.
Afortunadamente no todos luchan por los intereses particulares. Existen grupos que denuncian las artimañas de que se sirven los sicarios del capital para controlar las decisiones europeas. Asociaciones como la “Oficina Europea de Uniones de Consumidores” o la “Corporate Europe Observatory” podrían ser nuestros compañeros de viaje por esta vieja Europa que no quiere perder sus derechos de ciudadanía.
Por último y, no por ello menos importante, sería preciso que los mensajes que los representantes de nuestra Orden lanzan en Bruselas, fueron conocidos en las Logias europeas y que, a su vez, estos representantes pudieran transmitir la opinión de estas. El trabajo simbólico nos convierte en un cuerpo colectivo con un pensamiento también colectivo y plural.
http://www.tni.org/es/page/sobre-el-proyecto-poder-corporativo
Eoceno
os aconsejo este articulo, en francés verdad pero creo que pone en luz buena parte de la cuestión
http://imagesociale.fr/912
Serge