Este es un tema tratado por mi muchísimas veces en logia y una vez aquí. Me da la sensación, como persona mayor que soy, que me repito, siempre las mismas batallas e historias. O es que, tal vez, y lo digo con ironía, la Masonería sea construir y construir mientras el edificio continuamente se desmorona. No hay que ponerse dramático, algo se ha avanzado en estos 300 años.

Y es que, hace unos días hablando con una maestra, formada y activa tanto en su logia como en la cantera social, no daba crédito a sus palabras.  Me dijo, sin pestañear, que ser Aprendiz es muy cómodo porque se estaba refugiado en la sombra del Templo. No me lo podía creer, aún hay maestros que creen que los aprendices, por sentarse en la columna Norte, están a (y en) la sombra.  Conozco bien de donde brota esta confusión. De los libros de Magister, Aldo Lavagnini, que en el mal día la editorial Kier puso en el mercado. Tal vez sea por vivir Aldo en la Argentina, tal vez por no saber nada de Masonería,  o desconocer la orientación de los edificios sagrados europeos, o la diferencia entre el hemisferio norte y sur.

Los aprendices se sientan en la columna norte, miran al mediodía, cuando la logia se abre para ellos, y tienen al Sol dándoles de frente. Hay tres luces que iluminan el trabajo de la logia, hay tres oficiales que las representan y, también, hay tres ventanas en la logia. Las tres fuentes de Luz están relacionadas. De las ventanas hay una al este, por donde sale el Sol, otra al mediodía, frente a los aprendices, y otra al oeste por donde se observa el poniente. Esto ya sirve de bastante reflexión y para abrir las interconexiones simbólicas entre oficiales, luces, ventanas y recorrido solar.

Por contra a lo dicho por Lavagnini, la logia cuando comienza sus trabajos está plenamente iluminada; la luz del mediodía cayendo frontalmente sobre la bancada de los aprendices. La Masonería, aunque algunos autores lo intenten, no es oscurantista, nos da la Luz y su Luz guía nuestro trabajo: la luz de la razón, la del esclarecimiento.

1 Comentario

  1. No es tan facil ser aprendiz ni tan cómodo; las tres Luces siempre estan abriendo conciencia y dando esa luz al sendero que tengo que recorrer y abrir camino para mis cambios en el pulimiento de la piedra y en la formación y construcción del templo, no es facil llegar a esa fuerza espiritual que se necesita para abrir el entendimiento; y ver caer lo que ya esta construido siempre es doloroso para un aprendiz, que quiere ser transparente como la luz y limpio y claro como el agua del manantial. Para llegar a pasar de grado necesito estar muy bien preparado no es estar unicamente a la sombra, es trabajar duro y constante en la transformación de la piedra. Para avanzar tenemos que salir de tinieblas y ver la luz y adquirir la conciencia, no es tarea facil.

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