La circulación de la palabra en el Rito Escocés es rígida. Es la manera de construir desde lo colectivo, aparcando el ego y los metales. Y es que la Masonería especulativa solo tiene como instrumentos de trabajo el rito y la palabra. En logia no tomaremos físicamente la llana, ni la plomada, ni el mallete, ni el cincel, ni siquiera una palanca para ajustar las piedras. Todo trabajo lo realizará la voluntad, la presencia y, sobretodo, la palabra.
Una Hermana pide la palabra a la Vigilante de su columna. Esta la pide al Presidente de la Cámara, este le da el turno a la Vigilante. La Vigilante dice a la Hermana: Hermana, en pié y al orden, tienes la palabra. Así es el recorrido de peticiones y autorizaciones que se realiza para poder hablar en logia. Tradicionalmente (interesante y útil palabra) si la Hermana da un anuncio o un saludo a la logia mira al Presidente de la Cámara. Si la Hermana aporta su trabajo a una plancha recién leída mira a toda la Cámara, orientando su cuerpo hacia las tres luces que iluminan el centro de esta.
Tanto en uno como en otro caso la moderación y la síntesis han de prevalecer. En el primer caso el anuncio lo hace al Presidente del Taller que es quién modera y organiza el trabajo. En el segundo, al ser una aportación a un trabajo de la logia, un uso de la palabra para la construcción colectiva, esta debe situarse entre y bajo las tres luces que iluminan nuestro trabajo: Sabiduría, Fuerza y Belleza.
De hecho ese es el centro de todo trabajo masónico en logia. El lugar donde se realiza la construcción colectiva y hacia él ha de ir nuestra mirada y atención cuando trabajamos.
Vivimos en un Templo inacabado y nos reunimos en su logia, en el lugar en el que los trabajadores plantean su acciones, realizan su perfeccionamiento y donde aportamos las piedras que encajaremos para construir un muro, un pilar o una bóveda. Partes estas del gran templo en el que todos trabajamos.
La palabra es nuestra única herramienta. Bueno, tal vez no la única, la otras son el Silencio y su hermano pequeño el Secreto, pero ese es otro artículo.
No es el ritual en si mismo una herramienta fundamental en el trabajo ?