soberbia

Hace algunos años una persona con la que hablaba de masonería y que se movía por foros y otros medios abiertos de ella, me manifestaba su impresión de que percibía una cierta soberbia en el comportamiento de quienes formábamos parte de la institución masónica, no importaba a qué Obediencia se perteneciera, hacia quienes denominamos profanas o profanos. En aquel momento manifesté con bastante vehemencia que tal cosa no era posible, quizás estaba haciendo extensible un comportamiento personal hacia la generalidad y es evidente que «de todo hay en la viña del señor«, el paso del tiempo me está llevando al convencimiento de que efectivamente algo de eso hay, la soberbia existe.

Creo que en ocasiones fallamos en el uso de la regla en cuanto a instrumento de medida pues tenemos una cierta tendencia a ser más benévolos con los defectos, no importa si grandes o pequeños, de Hermanas y Hermanos, que con los que podamos entrever en quienes llaman a nuestra puerta medidos en función de nuestras particulares visiones de lo que es correcto o incorrecto, olvidando que nunca se puede llevar al absoluto prácticamente ningún pensamiento y mucho menos aquellos que se refieren a las creencias o posiciones filosóficas.

Partir del hecho de que la verdad está, siempre, de nuestra parte supone un mal planteamiento por cuanto nos impedirá tener una mínima capacidad de rectificación siendo, por otra parte, una clara muestra de soberbia.

Algo parecido ocurre con otro de esos asertos inefables que escuchamos con demasiada frecuencia , las personas no cambian, y que sin la menor duda nos llevaría a preguntarnos cual es el sentido de que quienes afirman eso pretendan entrar en un grupo de personas que busca precisamente eso, el cambiarse para cambiar la sociedad.

Es bueno ahora, quizás, reivindicar la humildad y nada mejor para ello que este post publicado en este mismo webzine en un lejano octubre de 2010

2 Comentarios

  1. Mucha agua en efecto ha corrido bajo el puente desde el año 2010 . En ese año yo
    cuidaba la agonía de mi madre y terminaba un doctorado en una universidad que implementaba un programa para tal fin por
    iniciativa de quien llegaría a ser el gran maestro de la logia de este país ( Chile ).
    Hacia el año 2011 la situación se tornaba insostenible para mí , razón por la cual debí pedir un permiso temporal equivalente a una congelación. Nunca más supe de mi logia ni nadie se interesó de mi suerte. Cuando trate de recuperar el título de mi doctorado fue imposible encontrar a nadie, todo se esfumó , como si hubiese sido un sueño o una situación fantasmagórica. Todo ello ocurrió a pesar de los elogios recibidos mientras formaba parte de ese cuerpo de estudios.
    Un saludo fraterno.

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  2. No es soberbia,es la disciplina,el sincretismo,el saber cosas que no se pueden decir,experiencias que no se pueden contar,una dimensión diferente de vida que se convierte en humildad al obedecer y guardar silencio

    Responder

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