Uno de los retos a los que se tiene que enfrentar la Masonería como institución, es la volatilidad que se vive en los tiempos presentes con respecto al compromiso, a los valores y su propio carácter iniciático.
Exige compromiso en primer lugar con uno mismo, para mejorarse y encajar en ese templo que los masones erigimos al “Progreso de la Humanidad” y “A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo”. Poco a poco se abrirá ante nuestros ojos, una nueva perspectiva de las cosas, las cuales, debieran hacer replantearnos nuestro papel en la sociedad como individuos, en pie de igualdad entre géneros e ideas, que harán nuestra aportación a la sociedad en la que vivimos cada vez más plural.
En el sacro trabajo que desarrollamos en los Templos, aprendemos de manera gradual a compartir, lejos del ruido profano, nuestras inquietudes que nos llevan a desarrollarnos como hombres y mujeres libres, y en la que estrechamos a cada golpe de mallete, los valores que representan la idiosincrasia de la Masonería. Recogemos el valor del silencio, cultivamos las ciencias y las humanidades, descubriendo nuestros propios perjuicios y que debemos resolver con la ayuda de los elementos simbólicos de cada grado, para construir de un ser bueno, uno mejor. Nuestros valores irán empapándose de tolerancia, paciencia y comprenderemos el basto universo que se abre ante el hombre y la mujer que asume como propios los principios que la Masonería propone.
El método masónico es algo reservado a las mentes en las que anide una inquietud de carácter humanista, con todo lo que ello conlleva. Los antiguos canteros, constructores de las más hermosas catedrales como reflejo de un estado superior del hombre, nos dejaron sus herramientas, sus signos, toques y palabras para reconocernos entre nosotros, pero también somos herederos de una tradición de trabajo constante por liberar al hombre y la mujer de las cadenas que los someten a través de un renacer que marca el principio. Initum, significa inicio, un punto de partida de un trabajo que ya no tiene fin cuando se abre ante nosotros el basto dominio de la inteligencia y el trabajo.
Enmarcamos este trabajo en Tenidas, reuniones regulares de masones, a través del Rito. El Rito, marca los tiempos y las palabras, nos ayuda al trabajo de escuchar e introspección necesario en el método masónico, convirtiéndose en elemento activo que nos somete a duras pruebas al inicio, pero que hacen posible una convivencia entre Hermanos y Hermanas de distinto ser y estar, que de otro modo no sería posible.
Un camino de servicio es lo que la masonería nos propone. Servicio a nuestros semejantes, la familia, la comunidad… Un compromiso que difícilmente se diluye en el tiempo, pues a cada paso tomamos conciencia mayor sobre todo aquello que nos es común.
La puerta de nuestros Templos, en los que realizamos este sacro trabajo, está abierta a los hombres y mujeres de bien, los cuales estén dispuestos a asumir valores como la tolerancia, el compromiso… en definitiva, el trabajo masónico.
Este artículo define exactamente cuales sonlos objetivos, medios y posibilidades q ofrece la Masonería mixta, abierta y liberal. También señala q se trata de objetivos, del camino, y en muchas, demasiadas ocasiones, se impone el factor humano: somos personas y como todo grupo u organización, hay perfiles de todo tipo y condición, por lo q es muy conveniente no idealizar las expectativas. El trabajo para ser eficaz, es exigente, mucho, los resultados cuando se consiguen -en mi experiencia- me han proporcionado alguno de los mejores momentos de mi vida, cuando no ocurre así, la frustración puede aparecer y es importante prepararse para cuando llegue. Q inevitablemente, también llegarán.