El pasado día 10 el diario La Depeche de Tarbes publicaba el acto vandálico perpetrado por algunos «chalecos amarillos» contra una logia masónica del Gran Oriente de Francia en aquella localidad francesa. El acto vandálico se producía al final de una marcha de uno de estos grupos y por una pequeña parte de ellos, según la información del diario los asaltantes no serían más de un centenar de personas, que fueron arengados por un desconocido enmascarado, al grito de «on va à la gendarmerie et chez les Francs-Maçons!» [mfn]vamos a la gendarmería y a la casa de los francmasones![/mfn]. Cualquier persona se puede dar cuenta de que en estos casos es muchos más fácil asaltar un lugar vacío que tratar de forzar una comisaría de la gendarmería francesa.
Los vándalos destrozaron el local, ventanas rotas, robo de diversos útiles masónicos, el equipo de sonido … toda una muestra de que la ira social se dirige a la voz del que más grita y sin que las víctimas de estos actos tengan nada que ver con la raiz de los problemas que aquejan no solo a la sociedad francesa. En este sentido cabe reseñar el acto vanálico sufrido, por segunda vez en unos meses, de un pequeño monolito conmemorativo del X aniversario de la Logia Progreso en Oviedo
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