Organizado por la R.·.L.·. 1850, Progreso, de la Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, el pasado mes de marzo tuvo lugar una nueva edición del Seminario para Maestros que en esta edición trabajo el tema de la Cámara de en Medio a partir de una ponencia presentada por la homónima de la Logia organizadora y que reproducimos a continuación

Como tantos otros conceptos masónicos el de la Cámara de en Medio no escapa a la controversia, no tanto por su definición simbólica como por el sin fin de disquisiciones, algunas de ellas seguramente superfluas, que versan sobre aspectos que, a nuestro modo de ver, poco o nada aportan al conocimiento de la realidad de este importante lugar de encuentro. En el presente trazado trataremos de responder desde nuestro punto de vista en tanto que conjunto de Maestros, y por tanto como Cámara de en Medio de nuestra Logia, a algunas de las cuestiones que consideramos fundamentales en este asunto.

1.-¿Qué es?
Parece que esta es la pregunta más fácil de responder de cuantas podamos hacernos sobre la cuestión que nos ocupa, es también la que inicialmente no admite controversia ya que para todo masón es el lugar en el que se reúnen los Maestros, aunque esto es un hecho incontrovertible existen algunas otras cuestiones sobre las que seguramente existirá menos consenso.
Otro aspecto poco dado a la controversia es que en tanto que lugar en el que se reúnen los Maestros, es la cámara de la sabiduría en tanto que se corresponde con la columna del Venerable Maestro, como  consecuencia de ello se trata de una estancia luminosa y en la que sobraría cualquiera de los elementos fúnebres con los que se la suele relacionar.
Podemos entender, en un primer acercamiento a la estética de la estancia, la asociación entre muerte y Cámara de en Medio ya que el impacto de la ceremonia de elevación es muy importante en la vida del Maestro, pero debemos prestar atención a un hecho trascendental, toda la acción se desarrolla fuera de esta estancia. Hiram es asesinado en las obras del templo y su cadáver encontrado en el campo por lo que deberíamos desterrar la idea preconcebida mediante la que se relaciona esta estancia y la muerte. El Maestro asesinado en ningún momento aparece en la Cámara de en Medio.

2.-¿Dónde se encuentra?
Seguramente esta es la cuestión que más ríos de tinta hace correr sobre el tema al tratar de situarla en un espacio físico concreto, dentro de ese ideal que es el templo de Salomón, como si pudiese escapar a la máxima aquí todo es símbolo.
No se puede negar que para algunas Hermanas y Hermanos tiene un enorme atractivo dilucidar cual es el espacio físico en el que se debe situar esta estancia dentro de la estructura del Templo. Lo lógico, y por ello fácil y rápido a la par que una solución a todo tipo de controversia, es situarlo entre el atrio y el Sancta Santorum, ese lugar que algunos denominan el Santo, espacio reservado en la Ley Levítica a los levitas o sacerdotes de la religión judaica, como si eso supusiese algún plus en la consideración de los que allí se reúnen.
Será precisamente a partir de la asunción de esa ubicación de donde nacerá la defensa de la denominación Cámara de en Medio, por estar entre el atrio y el lugar reservado a guardar el Arca de la Alianza. Como no podía ser de otra manera la ubicación de la Cámara de en Medio da, como decíamos al principio, para disquisiciones al gusto de cualquiera que quiera perderse en el laberinto de la especulación. Que si se encontraba en la segunda planta del edificio, de ahí la inclusión de una escalera para acceder a ella, que si corresponde al Grado de Compañero por ser el del medio, que si … Y podríamos retorcer el asunto hasta el infinito en pos de una ubicación que mejor se ajuste a nuestro concepto simbólico del asunto. Por nuestra parte su ubicación física descrita es suficiente para sostener el nombre aunque en nuestra opinión la mejor manera de situarla sería entre la Escuadra y el Compás, pues es en este lugar en el que debemos siempre buscar a un Maestro Masón.

3.-¿Para qué sirve?
Aquí se encuentra, en nuestra opinión, la cuestión fundamental sobre la utilidad, necesidad o justificación de la Cámara de en Medio, cuestión que trasciende la discusión puramente académica y formal sobre el lugar en el que se sitúa, y que nos parece el punto crucial de la reflexión sobre el sentido de su existencia.
Como hemos visto, no existe el menor conflicto a la hora de definir la Cámara de en Medio como lugar de reunión de los Maestros Masones, y no existe conflicto porque así lo determinan nuestros rituales.
Siendo, en nuestra opinión, incontrovertible que se trata del lugar de reunión de la sabiduría de la Logia, será el corazón de ella, el lugar en el que se definan las líneas de trabajo y se marque la impronta de la Logia y donde, llegado el caso, se diriman los conflictos inevitables en todo grupo humano, pero siempre en un clima de fraternidad presidido por la confianza que en todo momento debe imperar entre Hermanos.
En otro orden de cosas podemos afirmar que, si la masonería alcanza la consideración de democrática, este lugar sería donde esta se expresa realmente pues a él acceden únicamente quienes gozan de la plenitud
masónica, quienes detentan todos los derechos y todas las obligaciones, los Maestros.
Siendo el lugar en el que la democracia luce debe ser por tanto donde la igualdad se manifieste plenamente por ser la cámara en la que todos sus miembros disfrutan de los mismos derechos y obligaciones, un lugar en el que el concepto de primus inter pares se manifiesta claramente ya que no existe en nuestra concepción de la masonería la figura del Maestro Instalado, ese personaje detentador de poderes superiores a otros Maestros, tan querido a la masonería anglosajona, y que, a nuestro modo de ver, cuestiona la razón de ser de una cámara que pierde el valor fuerza de la igualdad, desde el momento en el que uno o varios de sus miembros disfrutan de un estatus de superioridad.
El carácter democrático de la cámara viene reforzado por el tratamiento recibido por quienes nos reunimos aquí, todos respondemos al tratamiento de Venerables Maestros, reservándose un protocolario Muy Respetable Maestro para quien temporalmente presida la reunión.
Hemos dicho