Se puede ser un gran masón, una destacada masona, vender libros y hasta ser leído, vivir como un referente en nuestra pequeña comunidad y estar considerada por el mundo profano como una experta en masonería. Sí, todo esto está muy bien, pero, ¿es la reputación intelectual la que da la condición de masón? No, lo que hace al masón, lo que le da su naturaleza, por mucho que se esfuerce él o ella no lo podrá conseguir individualmente. Ya lo decía Maquiavelo: «Hay personas que lo saben todo, pero eso es todo lo que saben».
Uno no entra en la Fraternidad estudiando, ni siquiera cuando en la ceremonia de iniciación recibe las enseñanzas del grado, los famosos secretos de la Masonería. No será hasta el momento en el que el presidente de la cámara pida a los presentes que reconozcan al recipiendario como hermano o hermana que el profano pasa a ser iniciado, un miembro reconocido de la fraternidad. No es el saber, son los otros individuos, al admitir como igual al nuevo hermano o hermana, los que le hacen a uno masón o masona.
La condición de masón esta ligada al trabajo en logia, al encuentro y convivencia con el otro, con lo diferente. No existen masones aislados. El antiguo alquimista encerado en su cueva, probando y bregando con mil posibilidades para hallar la piedra filosofal; el historiador errante de archivo en archivo intentando encontrar la clave perdida del linaje oculto; la filósofa escondida tras una barrera de libros y legajos definiendo el buen vivir, no son masones, no son constructores anónimos de una obra colectiva. Sabrán mucho de alquimia, historia y filosofía pero no conocen el uso de la llana, la escuadra, el compás o el nivel. La masonería especulativa se trabaja hablando y callando, oficiando y apoyando a los hermanos y hermanas en lo que llamamos la Gran Obra común.
Lo que pasa con los individuos pasa también con las logias. Sí, la masonería es una red de encuentros, apoyo y solidaridad. Es verdad que las federaciones quitan libertad constriñen el libre albedrío de las logias pero también organizan, apoyan y dan reconocimiento. Si un masón solo se se siente aislado, sin objetivo, sin obra común, lo mismo le pasa a las logias libres. Algunas, llevadas por un desencuentro, una soberbia intelectual o por una personalidad con ínfulas de gran timonel, toman el camino de la independencia. Lo más seguro es que les lleve al vacío o, simplemente, a otra federación. Sin reconocimiento, sin la convivencia con el otro, el diferente, no existen ni masón, ni logia, ni gran logia, ni masonería.
No se puede definir mejor este concepto que con las palabras de Casanova: “los ser humanos que se inician como rancmasones con la intención de llegar a conocer el secreto de la orden, corren el riesgo de envejecer bajo la llana sin llegar nunca a su objetivo. Sin embargo, existe un secreto tan inviolable que jamás ha sido dicho ni confiado a nadie. Los que se quedan en la superficie de las cosas piensan que el secreto consiste en palabras,signos y toques o que la gran revelación está en el grado más elevado. Error. Aquel que llega a adivinar el secreto de la Francmasonería, que jamás lo sabrá si no es adivinándolo, llega a este conocimiento a fuerza de frecuentar la logias, reflexionar, comparar y deducir.”
Sólo una razón existe para que ese secreto sea imposible de transmitir: se encuentra en cada uno de nosotros y será diferente para cada persona. Su descubrimiento será posible mediante una labor personal aplicando las enseñanzas del acrónimo VITRIOL
Creo que es un desenfoque conceptual e histórico pensar que las logias libres , no tienen sentido y menos fuera de una Federación. Las Logias fundadoras eran logias libres , y su reconocimiento no venía de la mano de ninguna estructura sino de sus miembros que se reconocen entre sí, es justa y perfecta cunado hay los Maestros necesarios, no cuando a uno le ponen el tampón estructural
Victor Guerra
Es verdad, una cosa son las logias fundadoras y otras las logias libres.
Recuerdo que todos los MM fundadores de una Logia salvaje (nos gustaba decir que estábamos bajo la bóveda celeste) asumimos por unanimidad no iniciar a ningún profano antes de estar adscritos a una Orden u Obediencia que nos satisficiere. Parecía poco serio quitar la venda a alguien y decirle algo así como:»ahora formas parte de la Masonería Universal….»delante de un grupo de 10 personas.
Tardamos un año más o menos en encontrar un buen sitio donde seguimos estando muy bien.
El trabajo aislado de las logias salvajes es endogámico y aporta poco a la construcción del edificio común. La fuerza de la Masonería se expresa por el tamaño de su cadena de unión.
Lo digo por experiencia.
Yo pienso que precisamente ese reconocimiento del otro es el que diferenciaría a las logias salvajes de las logias libres. Si ahora mismo, por arte de magia, se evaporaran las obediencias, seguiríamos sabiendo qué talleres casan más con nuestra forma de trabajar y cuales reconocemos como tales. El sistema de autenticación serían los mismos hermanos que en estos talleres trabajan y sus vínculos con hermanos de nuestros talleres. Así funciona el p2p como protocolo seguro.
A nivel interno creo que podría, en un caso ideal, funcionar.
¿Cúal es el problema grave entonces?
El problema es que el profano, sin una estructura obedencial de referencia, podría llamar por error a logias muy alejadas del ideal masónico.
¿Cómo podríamos solucionar esto? Definiendo espacios (como el EME, pero a otro nivel) donde la marca «masonería liberal regular» respaldara a las logias libre, y donde las cartas patentes no las diese una entidad superior, sino cualquier logia que forme parte del espacio «masonería liberal regular».
Querido Dídacus, si definimos un espacio -sea el que sea- estamos creando una estructura y no otra cosa es una «obediencia» aunque lo llamemos de otra manera.
Por otra parte si las logias fuesen las encargadas de emitir patentes ¿cuanto tiempo crees que tardaría en crearse un «mercadillo» de ellas? ¿quién emitiría las de que se conocen como Logias de Altos Grados o Filosóficas??¿quién se cuidaría de la homgeneidad del rito?
Podría seguir haciéndome preguntas como esas «ad infinitum» así que, teniendo en cuenta que nuestras actuales estructuras tienen suficientes años de funcionamiento -de buen funcionamiento-, creo que mejor lo dejamos como está pues no se es más libre por estar más solo
TAF
Podemos hacernos las preguntas que queramos, pero hay realidades que se han dado y que se dan y que impondrán.
Las logias trabajaron sin los entes federativos, cuando estos aparecen es por necesidades administrativas, la evolución de estos nos dice que esos entes se han convertido y se convierten en entes ejecutivos a los que mira el masón de base esperando las directrices. Es claro que unas Obediencias trabajan mejor o son más democráticas y otras menos, unas son más participativas y otras más centralistas.
La esa aparición de los entes administrativos es un hecho que además que cada vez asumen más preponderancia, y ello se va plasmando en la articulación de los rituales, donde se van articulando reglas provenientes de esa necesidad del control.
Por otro lado el reconocimiento os que se hace entre Masones, «mis Hermanos me reconocen como tal» dice el ritual, no esta o aquella Obediencia, en todo caso esta debería administrar los que dicten lo masones en la logia, de ahí lo de un masón «libre en una logia libre», y esta libertad y reconocimiento es legitima tanto porque trabaje bajo los auspicios de un Oriente o GL, o porque lo haga bajo la Bóveda Celeste, ya que si los Hermanos se han reconocido como tal, porque están «iniciados regularmente» no debiera haber esa distinción que se plantea salvo que queramos disgregar a unos a otros en función de los reconocimientos geoestratégicos, como hizo el GODF en Lisboa con la Carta de RF .
Querido Spartacus, la porliferación de Patentes, sabes tan bien que responde a cuestiones en algunos casos a empujes personales, a cuestiones geoestrategicas, y lo estamos viendo cada día, y yo he escrito bastante sobre ello, de como de como de la noche a la amañana pues unos Hermanos del REAA pues obtienen Patentes y Collares y Grados del REAA… o sea que esa proliferación se produce tanto como fuera del cascaron Obedencial. y vuelvo a exponer el caso del GODF, no hay nada más que ver quien firma la Carta de Lisboa….y como se firma, hice un pots sobre su analisis, por si había dudas.
Pero al margen de esto en España aún no hay madurez, hay miedo, y hay poca masa crítica como para que se de el movimiento que se da en Francia de Logias y Capitulos «independientes» fuera de los cascarones obedienciasles, que cada vez se muestran más obsoletos, más endogámicos, la prueba en es que los Consejos de la Orden sueles estar compuestos por Hermanos Jubilados, y no por los «más capaces» Aunque todo eso va por Obediencias, está claro.
En Francia en este momento hay Capitulos independientes, «salvajes» tanto de la Regularidad como Liberales, y compuestos por Hermanos «potentes» masonicamente y es más en parte hasta tiene una ventaja supongo que se trabajaría mejor ya que tu grado tendrá la importancia que tendría, lo que te interesa es trabajar no la Banda.
Por otro lado en el ámbito del RF es posible que a partir de Barcelona cambien algunas cuestiones que se están proponiendo como la desvinculación de que para trabajar en un Capítulo, haya que estar en una logia. o que el reconocimiento tenga que provenir de un ente Obedencial, y es distinto que provenga de ahí o que provenga de una Federación.
Es un tema complejo que en Barcelona se tratará y que se desmarcará de la tendencia, de estos son los «auténticos» y estos los bastardos.
Y la pregunta del millón, ¿si tu sabes que en tu ciudad trabaja bajo la Bóveda Celeste una logia constituida regularmente y lo hace bien, porque tu logia no puede reconocer a esa logia si tu reconoces a cada uno de los Hermanos..?
V. Guerra
A todos mis Q:.Q:.H:.H:. dejémonos de Diferencias Burocraticas y seamos Masones en la vida profana y los reconocimientos serán en beneficio de la Humanidad y en favor de toda la Masoneria Universal …
La teórica falra de libertad y democracia en un grupo iniciático al q acudimos libremente, en el q libremente aceptamos las reglas del juego y en el q libremente se pudden aportar las ideas o valores q se crean necesarios para , libremente, discutirlo en los órganos establecidos para su díscusión, no es más q en una distracción del trabajo masónico para encubrir egos, conflictos personales y reproducir los mecanismos de instituciones u organizaciones profanas de las q muchas veces venimos desencantados a la masonería. El Hno Ariel Llerandi, lo ha resumido perfectamente en su mensaje