Tras la llamada de atención del grupo de trabajo de las Naciones Unidas para las desapariciones forzadas al Gobierno español, nuestra Federación entiende que no puede permanecer al margen y quiere, de la mano de su Presidenta, hacer llegar a la opinión pública algunas consideraciones al respecto .
El grupo de trabajo de las Naciones Unidas para las desapariciones forzadas ha dejado al gobierno español impregnado de vergüenza. Bien es verdad que no es una vergüenza reciente, muy al contrario, se ha ido fraguando en los 36 años del régimen de Franco y en los otros 38 de régimen democrático.
La cuestión para el «ESTADO DEMOCRÁTICO» no es el reconocer y dignificar a las víctimas, el fondo del asunto es que si hay víctimas, hay verdugos, y cómplices y silencios. Y no son personas físicas, son instituciones, tanto del estado como otras, los jueces, los fiscales, la iglesia, entidades diversas de lo que hoy llamamos sociedad civi, antes fuerzas vivas, etc, etc.
¿Cómo reconocer a las víctimas, cuando tantos estamos entre los verdugos.
Se debería dignificar a las víctimas que defendieron la República,régimen legalmente constituído.Cuanto más se tarde en ello,más tardarán en cicatrizarse las heridas.No es rencor ni resentimiento,es deseo de justicia.