El pasado 31 de Julio se cumplía el centenario  del asesinato de Jean Jaurès, la Federación Francesa de LE DROIT HUMAIN publicó el siguiente comunicado de prensa titulado «Jaurès sigue vivo» y del que, antes de que finalice este año, queremos hacernos eco

Hace un siglo que Jean Jaurès fue asesinado, el 31 de julio de 1914, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, convirtiendo para siempre a Jaurès en un mártir por la Paz. Su muerte puso fin a su personal combate para evitar aquel desastre mediante la movilización del proletariado europeo reuniendo «a un gran número de hermanos franceses, alemanes, italianos y rusos«.

Pero para los masones de la Federación Francesa de EL DERECHO HUMANO  conmemorar este triste aniversario no puede limitarse a celebrar el pacifismo y el internacionalismo de Jaurès con el que comparten el ideal de «una humanidad fraternalmente organizada «.

En este aniversario, reconocen al Jaurès incansable defensor de las libertades, la igualdad y la justicia social, valores republicanos sobre los que que creía debía fundarse el «derecho humano» mediante la ampliación de la «República política» a la «república social».

Recordamos el compromiso del hombre que, al servicio de la República y más allá de las divisiones políticas, luchó contra el «revivir de los viejos prejuicios que resucitan los odios raciales y las atroces rencillas religiosas de siglos pasados​​,» el hombre que , en contra de todos los ataques de los que fue víctima, luchó valientemente contra el antisemitismo durante el caso Dreyfus, denunció los abusos del colonialismo y contribuyó activamente al desarrollo, en 1905, de la ley de separación Iglesia y Estado, el laicismo era para él inseparable de la democracia.

Saludan al hombre para quien la valentía en la política «es actuar y entregarse a las grandes causas sin saber qué recompensa estará ​​reservada a nuestros esfuerzos ..  buscar la verdad y proclamarla … no permitir el triunfo de  la ley de la mentira».

Persona  «de otro tiempo» Jaurès no puede seguir siendo una figura del pasado.  Más allá de su recuperación partidista por todos lados, nos habla aún hoy, en un momento en que el nacionalismo y el fundamentalismo amenazan la paz del mundo, en un momento en que la República duda de sí misma, cuando el ideal a menudo cede  ante la realidad, cuando el desánimo y la resignación son mayores que la esperanza.

Permanece vivo su pensamiento y mensaje universal de humanismo que se resume en su discurso a la juventud en Albi en 1903 en el que llamó a «la generación que se rebela» a realizar mediante «una voluntad consciente, deliberada e incansable … la gran paz humana» contribuyendo a la » pacificación de los prejuicios y el odio» mediante la construcción de «alianzas y federaciones cada vez más grandes».  Muestra su confianza en el ser humano, una confianza que no es «ni estúpida ni ciega … que no ignora los vicios, crímenes, errores, prejuicios, egos de todo tipo … pero que sabe que las fuerzas , las de la sabiduría, la luz, la justicia no pueden prescindir de la ayuda del tiempo y que la oscuridad de la servidumbre y la ignorancia no es disipada más que por una iluminación repentina. «

Jaurès sigue vivo porque nos invita a encontrar la esperanza:

«Las personas que confían en el Ser Humano…aseguran, con una certeza inquebrantable, que merece la pena actuar, que los esfuerzos en la búsqueda de la verdad  y la rectitud nunca son en vano, la historia nos muestra la dificultad de las grandes obras y la lentitud en su culminación, mas ello justifica la esperanza invencible«

Jaurès permanece vivo cuando  nos invita a recobrar el coraje:

«El coraje es no sentirse abatido y ser capaz de continuar el camino … es ir hacia el ideal y comprender la realidad«

Jaurès sigue vivo cuando nos invita a encontrar el coraje:

«El valor no es sentirse abrumado y seguir adelante, … sino caminar hacia el ideal y comprenderlo realmente. «