Mientras que la masonería anglosajona, Regular, tenderá al trabajo interior y simbólico y se alineará con el “status quo” social, político y religioso, desarrollando principalmente actividades benéficas, la masonería continental de raiz francesa, Liberal, aprovechando los símbolos y los instrumentos del oficio pero, además, bebiendo del enciclopedismo y de la ilustración, dará una vuelta de tuerca a la concepción del trabajo masónico, y adoptará las teorías liberales del XVIII, libertad y ciudadanía, para hacerlas suyas, con una premisa importante: la proyección del trabajo fuera de las logias, llegando a constituirse en ocasiones en un lobby de opinión
En esta última tradición se envuelve el trabajo masónico en la España del siglo XIX y XX.
En el siglo XXI, las cosas retornan de nuevo a esas dos concepciones expresadas en la presencia de las dos ramas la Regular y la Liberal en España: GLE (Gran Logia de España) (Regular u Ortodoxa) de una parte y GODF (Logias españolas del Gran Oriente de Francia), DH (Federación española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain), GLSE (Gran Logia simbólica de España), GLFE (Gran Logia Femenina de España) de otra
Es a través del trabajo interior de las logias, lugar de reunión y de reflexión para los miembros de la francmasonería, donde se enmarca ese trabajo de formación dentro de un espacio de sociabilidad que se forma libremente, aunque bajo unas condicionantes que generan estructuras en base a unos códigos de relaciones internas muy potentes. Como diría Porset «un club jacobino».
A esa manera de funcionar contribuye el RITO, el cual establece un orden a través del cual “saldríamos del caos” en que nos movemos las personas en el medio externo o social.
El ordenamiento de las tenidas y la puesta en escena constituye a la vez la interpretación de un universo, y los medios que se ponen para acceder a él; por tanto, el Rito masónico se convierte en la fuente de interpretación del mundo en construcción en el que se inserta el masón, de ahí que los Rituales contengan una serie de aspectos doctrinales que intentan modelar el comportamiento e incluso influyen en la interpretación del universo masónico.
Los Reglamentos de las Obediencias Masónicas han de ser considerados como modelos de organización social que se aplicarán en cada logia a fin de hacer posible la vida social en el microcosmos que es esta.
Es evidente que este marco ordenancista choca con la aplicación de un determinado concepto de democracia, y más si tenemos como imagen la de una sociedad que estuvo concebida para funcionar por medio del mérito, la cooptación o el interés; pero el aprendizaje de la democracia, como resultado final de una determinada manera de formar a sus miembros, ha sido una labor que una determinada corriente masónica se ha empeñado en implantar en sus trabajos, se intente reproducirla, y considerarla como un nexo político interno necesario y más con relación a la sociedad profana, dicho lo cual, la democracia como filosofía constituye, desde mi punto de vista, la ideología más evidente de la masonería . Continuará
0 comentarios
Trackbacks/Pingbacks