El título del presente trabajo es una de las expresiones que más se escuchan en determinados ambientes masónicos y, como muchos de los dichos y actos que se remontan «al inicio de los tiempos», los famosos usos y costumbres, tiene poco o nada que ver, en mi opinión, con la realidad a la que quienes lo utilizan quieren aplicarlo.
El enunciado suele ser el inicio de una justificación para hacer tabla rasa de aquello que no nos interesa o para saltarnos los Reglamentos y Constituciones de la Logia u Obediencia a la que pertenezcamos, como si unos y otras no hubieran sido abrazadas de manera voluntaria y por tanto libre y, precisamente, a costa de dejar una parte de nuestra libertad mediante un acto volitivo adoptado de forma consciente y que hace que nuestra libertad se deba ceñir a los estrictos límites que marcan los documentos antes citados.
Es evidente por lo expuesto y en mi opinión, que no existe la figura del masón libre según esa particular concepción aunque sí, y muy al contrario, la de quien cultiva el librepensamiento, razón de ser última de la masonería y que va más allá de los estrechos límites que algunas personas se imponen en aras de su particular manera de entender la vida.
¿Es posible la existencia de una Logia Libre? en este caso sí que el aserto puede ser cierto a cambio, claro está, de que la logia sea lo que se conoce como «salvaje», es decir que no pertenezca a ninguna obediencia y que por tanto no tenga Reglamentos, Constituciones, etcétera que respetar más allá de los que se haya dotado para su propio funcionamiento. Es evidente que en esta situación la libertad quedará constreñida por la falta de reconocimiento que sus miembros deberán arrostrar mientras que se mantenga esa situación.
Parece, pues, bastante razonable pensar que la realidad del aserto discurre por caminos diferentes a los que desean transitar quienes, con suma liberalidad, echan mano de él para justificar su derecho a caminar sin el menor tipo de ataduras, aunque siempre con la red que supone el pertenecer a una Obediencia que se encuentre dentro de los límites de la regularidad (nada que ver con el concepto de regularidad que maneja la Gran Logia de Inglaterra y su seguidores por supuesto).
Al final todo se reduce a la correcta comprensión del concepto «libre» en masonería, seguramente difícil de interiorizar como tantas otras cosas de esta nuestra venerable cofradía
La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de si mismo, como dijo Montaigne
En reconocer los límites no en tus derechos sino en tus obligaciones, en los derechos de los demás.
La actitud contraria no es libertad sino libertinaje.
Muy buen texto para hacernos pensar hoy día.
Bueno es recordar q cualquier libertad, cualquiera, está limitada voluntaria o involuntariamente por realidades incontestables. En nuestro caso, por la libérrima aceptación de unos principios, claramente expuestos antes de entrar a formar parte de esta obediencia. El placer de lo anárquico es otra cosa q nada tiene q ver.
¿Qué eso que tan fácilmente llamamos libertad? Definiciones las hay por doquier, tome la que quiera, pero siempre será una parcialidad, en ningún caso LA LIBERTAD. Si es que eso existe.
El hecho de ser masón ya es un caro límite para nuestra “libertad”, ahora se tratará de ser “masón”, no ser “libre”; y no puede ser de otra manera, pues entonces caeríamos en una flagrante contradicción. El respetar reglamentos u otros, solo enmarcan nuestra relación interna con la institución y las personas que la integran. Esto es básico para funcionar. No se hace consciente pues el recién iniciado jura sin saber a qué se deberá atener.
Decir que la masonería cultiva el librepensamiento, no solo es una ignorancia supina, sino que además, el desconocer qué es la masonería. Ésta en ningún caso cultiva el libre pensar, cultiva el adoctrinamiento de sus miembros, la idea es que piensen, sientan, actúen tanto en lo privado como en lo público COMO MASONES., en ningún caso como librepensadores, éstos son otros sujetos que incluso critican severamente a la masonería.
No existen los “masones libres”, sí existen las Logias Libres o “salvajes” como se las quiere llamar despectivamente. Éstas Logias, siempre han sido las que más han aportado a la creación de masonería y generalmente están integradas por miembros con una fuerte carga libertaria, independencia y una profunda consciencia de los principios masónicos.-
Libertad de conciencia colectiva y libertad de conciencia individual. Una prevalece sobre la otra para avanzar eficazmente. El pacto de los espacios-contenidos donde se respeta la libertad individual es lo que hace respirable la vida en las organizaciones y ordenes masónicas.
No sé cual es su conocimiento o participación en masonería sr. ( o sra. puesto q puede ser un seudónimo) Alejandro, pero no puedo menos q asombrarme con su comentario: en el tiempo de pertenencia al Derecho Humano, nunca he participado en acto, reunión o simple charla, oficial u oficioso en el q NADIE intentara adoctrinarme o cuestionara el librepensamiento. Todo lo contrario, a no ser q como ocurre en demasiadas ocasiones confunda librepensamiento con pensamiento libre. Nunca, y repito nunca, se me ha indicado q para ser un buen masón, debo renunciar a mi capacidad de pensamiento crítico, sino todo lo contrario. Todas las herramientas q se me han proporcionado van precisamente en esa dirección. Por si le quedara alguna duda, le copio parcialmente el artículo 3 de nuestra Constitución Internacional, q puede cobsiderarse un resumen de todos estos principios “Fieles al principio de laicidad, RESPETUOSOS DE LA ABSOLUTA LIBERTAD DE CONCIENCIA DE CADA UNO, los miembros de la Orden, trabajan para ejercitar los principios de LIBERTAD, Igualdad, Fraternidad….” . Si así y todo sigue creyendo q esto tiene algo q ver con adoctrinamiento, solo puedo recomendarle acercarse a cualquier logia del Derecho Humano si no es miembro de nuestra fratría, o irse de inmediato si lo es: comprenderá lo fácil q es salirse lo cual contradice los principios básicos del adoctrinamiento. En cuanto a la aportación de las logias salvajes a la masonería, me gustaría q a parte de verter frases bien sonantes, especificara en qué, cómo o cuándo se han producido esas aportaciones. Podemos seguir el rastro de las aportaciones teóricas, simbólicas o rituales de maestros, logias, obediencias. Podemos fijar el momento en q se han aceptado cambios, aportado novedades, en q se han escrito constituciones, en q los conventos han aportado conclusiones, pero en ninguna de las q conozco —-n cierto q soy un humilde iniciado con no demasiada antigüedad- ha aparecido el rastro de logia salvaje alguna. Y permítame dudar de q en el resto de obediencias ocurra lo contrario, no obstante, agradecería enormemente cualquier dato concreto q ud. pudiera aportarme.