Cada cinco años, el mes de mayo aparece señalado en las agendas de los miembros de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain. Es una cita especial, cuando se reúne el Convento Internacional, la asamblea general de la Orden. En ella se revisa el trabajo del Supremo Consejo en los cinco años anteriores; actualiza su Constitución Internacional; define sus líneas de trabajo siguiendo los deseos expresados por las Federaciones y también se eligen los integrantes del Supremo Consejo y al Gran Maestre de la Orden. Parecen solo días de trabajo administrativo pero, como no podía ser menos, siempre hay tiempo para el trabajo ritual y especulativo.
Durante cuatro días más de un millar de Hermanas y Hermanos, llegados de todos los puntos del globo, nos damos cita en París. El trabajo administrativo lo realizan los delegados de las diferentes Federaciones. Ellos son los que tiene voz y voto en los trabajos de las diferentes comisiones. Entonces, ¿qué hacemos el resto de los miembros de la Orden que nos damos cita en París? Bueno, aparte de asistir como visitantes a las comisiones, un poco de turismo, crear nuevas relaciones o reverdecer las antiguas y asistir a tenidas un tanto especiales por dos razones: el número de asistentes y la diversidad.
Siempre hay un hueco en el Convento Internacional para realzar el importante trabajo de las Logias Pioneras, base de las futuras federaciones. La celebración de una Tenida solemne organizada por cuatro o cinco de ellas provenientes de lugares distantes, de países de los cuatro continentes, muestra su pujanza. La mezcla de lenguas no es un problema. Todas comparten un ritual común, el del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. No hace falta conocer el lenguaje de cada uno de los oficiales para entenderlos, a todos nos suena la música y el ritmo del ritual. En la homogeneidad del rito reside una de las potencialidades de la Orden. Nos da la certeza de que siempre nos encontraremos en casa en cualquier tenida de cualquier logia del mundo.
Pero nuestra Orden tiene una continuidad iniciática. También hubo una tenida de 4º grado, Maestro Secreto, donde se elevó a este grado a hermanas y hermanos de distintos orientes de África, América y Europa. La Gran Maestre de la Orden, Muy Poderosa Soberana Gran Comendadora, presidió la tenida, acompañada por los oficiales del Supremo Consejo saliente. El mismo día, en otro templo de la sede de la Federación francesa, se celebró una tenida conjunta la logias Anatole France y Chantier Europe del oriente de París junto con sus logias hermanas de Madrid, las logias Libertad e Igualdad, con el tema de trabajo común: La cuerda de nudos a través de los Pirineos.
El domingo, la ceremonia de cierre fue en grado de Aprendiz, reunió al pasado Supremo Consejo, los pasados Grandes Maestros, al actual y a los delegados de federaciones, acompañados por más de mil hermanas y hermanos decorados con mandiles y bandas que mostraban la universalidad de la Orden. Una bella despedida armonizada por el coro de voces mixtas (por supuesto) de la logia de perfeccionamiento Salomón de París.
Unos días intensos, donde aprendimos, conocimos y encontramos. Acercamos nuestras visiones particulares de lo que es el trabajo masónico y renovamos nuestra alianza con el ideal de fraternidad e igualdad universal que compartimos todos los miembros de la Orden. Seguro que ya muchos de los asistentes están reservando en sus agendas el mes de mayo del 2022.
Pues sí, uno ya tiene hueco reservado en su agenda para dentro de cinco años