La Continuidad Iniciática es la tercera característica de El Derecho Humano que pasa desapercibida, incluso para muchos de sus miembros. Todos tenemos claro que es mixta, es su marca de origen, su motor durante sus 125 años de existencia, su campo de lucha y su alma. Que tomó el internacionalismo para expandirse y dejar de ser un proyecto francés para convertirse en universal. Primero se estableció en Zurich, después en Bruselas, Londres, Chicago, Milan. En menos de 20 años El Derecho Humano estaba presente en más de 20 paises. Había que gestionar pluralidad en unidad. Se crearon federaciones nacionales que tomando los usos particulares de sus culturas y tradiciones, asumieron los principios de la Orden y se gestionaron de manera autónoma.
A la vez que se extendía la Orden creó un Supremo Consejo para dar a sus miembros, los que se sumaran a ella o se iniciaran en su seno, una vía para desarrollar y profundizar el rito.
Georges Martin, ideólogo de la Orden, tuvo claro desde un principio que el Supremo Consejo, referente iniciático y estructurador del rito, debía ser único para todas las federaciones. Las federaciones podían crear logias azules, de los tres primeros grados, las logias base, y también logias de los grados filosóficos, a veces llamados altos grados. Dejando como única logia internacional al Supremo Consejo Universal Mixto del grado 33º, garante de la Constitución Internacional (sus principios) y de la esencia del rito y los rituales.
Esa logia nació reuniendo a los Grandes Inspectores Generales de todos los países. Entre ellos, el mismo Supremo Consejo elige a quien le va a representar en cada federación. Esta representación dura de Convento Internacional a Convento Internacional por un periodo de cinco años. El o la Representante del Supremo Consejo será, durante este tiempo, la o el garante del cumplimiento de la Constitución Internacional en la Federación, el referente en el camino iniciático y responsable de las logias de los grados filosóficos.
La idea principal de Georges Martin al organizar de esta manera la Orden era amalgamar, unirla. Evitaba así las eternas guerras entre las grandes logias y los supremos consejos que se vivieron en el siglo XIX y de las cuales él fue participe. También completaba la internacionalidad de la Orden. Cualquier poseedor de un grado filosófico podría trabajar en cualquiera de las federaciones del mundo, pues su grado sería reconocido allí donde fuera y existiera una logia de la Orden. También cualquier expulsado de cualquier logia, sea cual sea su grado, está expulsado de todas las logias de la Orden (Artículo 66 – Irradiaciones: Una irradiación de cualquier taller entrañará de oficio la irradiación de la Orden). Esto asegura la regularidad de los trabajos y se reconoce a aquel que no tiene mácula en su pasado. Quien haya sido expulsado de una logia, sea cual sea el grado, está expulsado de toda la Orden. Bien es verdad que puede pedir la reintegración en la logia donde se le expulsó y recuperar su condición de masón activo si esta lo considera.
Una Orden mixta e internacional de convicción y alma, con una estructura iniciática sin rupturas, que aporta a todos sus miembros un camino de crecimiento dentro del rito escocés, y la seguridad de la regularidad de su trabajo en todo el Mundo.
Excelente reflexión. La continuidad iniciática es una característica esencial, supone la voluntad de profundización en la naturaleza masónica por parte del recibido masón. Hay hh que no lo aceptan, quizás por ignorancia. Esto supone un fracaso en la opción personal. Existen en nuestro entorno Obediencias que no presentan esta profundización, es posible que sean mas adecuadas para algunos… Sin embargo esta Orden Mixta e Internacional es una estructura “iniciática sin rupturas” , este es uno de sus tesoros.